Domingo
31 de Mayo
- Día Nacional del Árbol
Algunas notas y reflexiones
para el Día Nacional del Árbol.
Recordemos unas ordenanzas que no tienen
vida.
Necesitamos encaminar un
diagnóstico forestal de nuestro Estado Lara a fin de poder
determinar la magnitud de la crisis ambiental que se nos avecina a
raíz de la profundización del fenómeno de los cambios climáticos.
Según se dice, la Organización Mundial
de la Salud (OMS) recomienda para las zonas urbanas que deben
disponer de unos 9 o 10
m2
(aún no disponemos de una documentación más precisa) de áreas verdes
(arborizadas) por habitante, como uno de los índices de medición de
buena calidad de vida.
Las cifras, por supuesto, dependen del
tamaño de los árboles, cuyo follaje produce en promedio 200
cm3
de oxigeno por hora, y que suple parcialmente las necesidades de una
persona, que supuestamente necesita de varios miles... Cada persona
emite una cantidad de dióxido de carbono que exige la disponibilidad
de un cierto número de árboles, que en relación a la misma, puedan
compensar sus efectos. Los árboles, igualmente, actúan como filtro
de la contaminación atmosférica y amortiguadores del impacto de los
cambios climáticos.
También se dice que, para tener un aire
de mejor calidad en las grandes ciudades, la Organización Mundial de
la Salud (OMS) recomienda que exista, como mínimo, un árbol por cada
tres habitantes. En Curitiba (Brasil), la proporción es de
cincuentidos (52) árboles por cada habitante; en Madrid hay
catorce (14); en París once y medio (11,5), en Santiago de Chile hay
diez (10) y en Ciudad de México, considerada una de las ciudades más
contaminadas del mundo, hay tres y medio (3,5) árboles por persona.
Necesitamos realizar un inventario de los árboles de la ciudad para
determinar exactamente nuestras necesidades de reforestación urbana.
En Barquisimeto, se dice, que disponemos
de menos de 1
m2
de áreas verdes arborizadas por habitante (cifra cuya magnitud
real habría que evaluar), y la cosa es peor cuando en nuestra ciudad
se ha arraigado la manía de talar árboles y sustituirlos por "áreas
verdes" con escasa densidad de árboles y bastante concreto. Más
priva la grama, con su alta demanda de agua (de paso potabilizada)
que los árboles en nuestro concepto de área verde.
Como un indicador, podemos observar que
la mayoría de nuestras unidades educativas disponen de muy pocos
espacios arborizados. Hay muy pocas escuelas que disponen de un
verdadero "bosque escolar". Quizás podemos resaltar la Unidad
Educativa "Manuela Duim" con su hermoso bosque que una vez las
golondrinas decidieron usar como su lugar de llegada en su ruta
migratoria, aunque causando "gran incomodidad" en la población
humana cuya respuesta fue expulsar a los "indeseados" visitantes.
Ahora saquemos las cuentas para todos
los habitantes de Barquisimeto a ver cuánto nos da...
Según el último censo, en el 2001
teníamos en Lara unos 1.556.415 y en Barquisimeto 856.383
habitantes.
Las estimaciones para Lara en el 2009
reflejan unos 1.852.875 habitantes, de los cuales podemos estimar
para Barquisimeto al menos 1.019.503 habitantes.
Esto significa que Barquisimeto necesita
en su casco urbano al menos 10.195.030
m2 de
áreas verdes arborizadas (cabe preguntarse cuánto tenemos) y un
mínimo de 339.834 árboles insertos en su ámbito (que es poco ante la
necesidad de amortiguar el impacto del cambio climático).
El
PDUL de Barquisimeto establece en su articulado las
siguientes normas, que por lo general no se le ven cumplimiento:
Artículo 16: En toda
parcela destinada al uso de viviendas unifamiliares o bifamiliares
en conjunto y multifamiliares cuya población residente propuesta sea
menor a los 500 habitantes, se exigirá el veinticinco por
ciento (25%) del área de la parcela libre destinada a áreas verdes y
de parques de recreación ubicadas en la planta baja,
pudiendo fraccionarse en un máximo de dos (2) unidades funcionales
con proporciones que permitan el desarrollo adecuado del uso exigido
y utilizar el cinco por ciento (5%) del porcentaje mencionado como
espacios techados de recreación.
Artículo 17: En todas
las parcelas localizadas en la ciudad de Barquisimeto, incluyendo
las destinadas a los usos comunales, se exigirá un espacio para la
siembra de especies arbóreas frutales o forestales que lleguen al
grado de desarrollo adulto, adecuadas a la construcción del
urbanismo o de la edificación, de acuerdo a la relación de que
por cada ciento cincuenta metros cuadrados (150 mts2) de
parcela o lote urbanizable, es obligatoria la siembra de una especie
vegetal aprobada previamente por la Dirección de
Planificación y Control Urbano en el proyecto de paisajismo
correspondiente.
Parágrafo Único: Cuando
existiese vegetación adulta de alto valor natural en un lote de
terreno o de parcela urbana que se quiera urbanizar o construir,
los proyectos de urbanismo o de edificaciones tendrán que
adaptar sus tramas y parcelamientos a los árboles o grupos de ellos.
Queda prohibida la tala de estas especies salvo decisión
evaluada y autorizada por el organismo rector del ambiente en el
Municipio.
Observamos cómo hermosos espacios
arborizados en el ámbito urbano han sido talados para dar lugar a
inmensas estructuras de concreto y no ha habido ninguna reposición
que realmente contribuya al mejoramiento de la calidad de vida de
nuestra ciudad...
Mientras tanto, árboles en plazas de
Barquisimeto han sido talados para dar paso a jardines y concreto,
quitándole el hábitat a las aves que en ellos se refugiaban...
En el Bosque Macuto fueron talados
árboles y eliminado el sotobosque para dar paso a estructuras de
concreto y grama, para abrigar un espacio de recreación que
conlleva a la profundización de la degradación de nuestro más
importante pulmón vegetal, que desde que la hidrológica inició la
explotación de sus acuíferos, el nivel freático ha bajado de manera
drástica, dando lugar a la desaparición de las varias especies de
helechos que en él se encontraban, y en estas condiciones se ha
incrementado el número de árboles que se han secado, favoreciendo la
multiplicación de los nidos de comejenes que de alguna manera están
contribuyendo a la muerte del bosque. En estas circunstancias no hay
ningún organismo que asuma un plan de gestión del bosque y de sus
acuíferos, de los cuales poco sabemos sobre su régimen de recarga, y
no se le ha dado cumplimiento a las normas establecidas en el
decreto 1400 y la Ley de Aguas. Hay un pasivo ambiental acumulado en
la sobreexplotación de los acuíferos de los bosques Macuto y
Titicare y no hay quien asuma la protección y conservación real del
bosque. ¡¡¡Disfrutamos un área recreacional por un tiempo y luego un
bosque sin vida y menos agua disponible!!!... Nos hemos olvidado que
la misión de esta vital área natural en el entorno de Barquisimeto
es la captación de agua, pero con la masiva presencia humana, el
resultado será la compactación de sus suelos y la reducción de su
capacidad de infiltración y el aumento del escurrimiento que
contribuirá a la pérdida de espacio en el borde del talud del río
Turbio. De paso hay planes vigentes para abrir más pozos en el
bosque Titicare.
¿Será posible que no nos apercatamos que
los procesos de desarrollo urbano deben tener un límite determinado
por la disponibilidad y afectación de los recursos ambientales?
Seguimos sembrando concreto y asfalto, mas poco dedicamos a la
plantación de árboles, más bien buscamos eliminarlos. Mientras
tanto, para mitigar el impacto de los cambios climáticos, sembramos
más aparatos de aire acondicionado e incrementamos la demanda
energética y nos vemos obligados a montar más plantas
termoeléctricas...
Podemos convocar marchas, realizar foros
y demás eventos y espectáculos ambientales, pero con todo esto en
nada contribuimos al mejoramiento del ambiente y garantizar la
calidad de las poblaciones del mañana...
¡NO FELIZ SINO TRISTE DÍA DEL ÁRBOL!
Atentamente,
Francisco Lau